LECCIÓN 241 – 29 de Agosto
En este instante santo llega la salvación.
1. ¡Qué alegría tan grande la de hoy! 2Éste es un día de una celebración especial. 3Pues este día le ofrece al mundo de tinieblas el instante que se fijó para su liberación. 4Ha llegado el día en que todos los pesares se dejan atrás y el dolor desaparece.5La gloria de la salvación alborea hoy sobre un mundo que ha sido liberado. 6Éste es un tiempo de esperanza para millones de seres. 7Ahora ellos se unirán conforme tú los perdones a todos. 8Pues hoy tú me perdonar a mí. .
2. Ahora nos hemos perdonado los unos a los otros, y así podemos por fin regresar a Ti. 2Padre, Tu Hijo, que en realidad jamás se ausentó, retorna al Cielo y a su hogar. 3iQué contentos estamos de que se nos haya restituido la cordura y de poder recordar que todos somos uno!
"COMENTARIOS A LAS LECCIONES" de Robert Perry y Ally Watson
Comentario
Comentario
Cuando
la lección dice que hoy “es un día de una celebración especial” (1:2),
sospecho que usa la palabra “especial” del mismo modo en que la usa en otro
lugar del Texto, en el que Jesús dice: “Todos mis hermanos son especiales” (T.1.V.3:6). Hoy es un día especial porque, en el instante santo, la salvación ya
ha llegado. Y sin embargo, “Puedes reclamar el instante santo en cualquier
momento y lugar en que lo desees” (T.15.IV.4:4). ¡Siempre que pidas el instante
santo, es una celebración especial! ¡Un día de gozo!
Esto es
como decirle a un niño que puede celebrar la Navidad el día que quiera. Y
ciertamente el Curso nos dice exactamente eso, en la sección titulada “La Hora
de Renacer”, escrito en Navidad. Nos dice que esta Navidad es la hora de
Cristo, y que la hora de Cristo es el instante santo (T.15.X.2:1), y luego nos
dice: “en tus manos está hacer que la hora de Cristo tenga lugar ahora”
(T.15.X.4:1).
Y
entonces, ¿por qué no hoy? ¿Por qué no todos los días? ¿Por qué no ahora?
Cualquier instante que yo quiera puedo convertirlo en un instante en el que
“todos los pesares se dejan atrás y el dolor desaparece” (1:4). La práctica del
instante santo me ofrece esto. En cualquier instante, dentro de mi mente puedo
abrir una ventana al mundo real, y respirar su agradable aire. Puedo sentir un
mundo unido, unido por medio de mi perdón.
Todavía
no siento la felicidad absoluta en el momento en que cierro los ojos y digo: “En este instante santo llega la salvación”. Siempre está aquí la realidad que he
experimentado de vez en cuando, de eso estoy seguro. Sin embargo, es muy
desigual mi experiencia de ello (¡muy irregular!). Pero una vez que la has
sentido, y en ese instante has sabido
que lo que estás sintiendo es eterno, ya nunca podrás dudar de su eterna
presencia. Todavía hay muchos obstáculos que impiden que yo sea consciente de
ello. Todavía me estoy aferrando a algunos de esos obstáculos. La mayor parte
del tiempo, mis resentimientos me ocultan la Luz del mundo. Pero está ahí. Mi
perdón me la puede mostrar (1:7, 2:1).
Cada vez que me detengo para recordar, cada vez que
intento pedir un instante santo, cae un obstáculo, se añade a mi depósito otra
gota de mi buena disposición. ¿De qué mejor manera puedo emplear mi tiempo?
Como dijo la Lección 127: “No hay mejor manera de emplear
el tiempo que ésa” (ver párrafos 7 y 8).
Una
nota más: date cuenta de que en 1:8, Jesús nos dice que le perdonemos a él. Hoy
voy a examinarme para ver si todavía guardo algo en su contra, algún tipo de desconfianza
hacia él, algún temor a él, algo por lo que le culpo o por lo que estoy
resentido contra él. Aunque le respete como mi maestro, es muy fácil tener
resentimientos contra tus maestros.
buen día estoy triste pero la clase de hoy es muy bonita pero la pandemia mundial me trajo una gran desilucion pero como todo lo que hay una ilucion y no tiene importancia...
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