"COMENTARIOS A LAS LECCIONES" de Robert Perry y Ally Watson
Comentario
Que hoy
mire a las cosas que considero valiosas y cambie mi opinión de todas ellas.
¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Qué estoy valorando en ello? Las cosas que
considero valiosas a menudo son tonterías si las examino. Por ejemplo, cuando
empiezo a sentir la satisfactoria calidez de una verdadera intimidad en una
relación, nada parece merecer la pena de terminar esa calidez. Recuerdo haber
leído acerca de una iglesia fundamentalista que se dividió por el tema de si
era pecado o no enchufar una guitarra eléctrica. Me pregunté: ¿Cómo es posible
valorar algo como eso tanto como para apartar de tu corazón a personas que una
vez fueron amigos muy cercanos? Así pues, muchas relaciones se rompen por temas
que parecen igual de insignificantes.
El
perdón ve que nada merece la pena de apartar de mi corazón a un Hijo de Dios.
Tenemos tantas prioridades en nuestra consciencia, cosas que consideramos más
importantes que el amor, más importantes que la unidad, más importantes que
nuestra propia paz mental. ¿He llegado ya a valorar la paz mental por encima de
todas las cosas? ¿He llegado al punto en el que todo lo que impida que el amor
se extienda a través de mí es rápidamente eliminado?
Necesitamos
hacernos conscientes de la causa de nuestro sufrimiento. Nos duele cerrar
nuestro corazón. Nos duele negarnos a perdonar, darle vueltas en la mente a las
ofensas cometidas contra nosotros y negarnos a abandonarlas. “El amor no abriga
resentimientos” (L.68, encabezamiento). El perdón es un regalo para mí mismo,
es una liberación de mi propio dolor. ¿Qué valoro por encima del libre fluir
del amor, la calidez de la unión con mis hermanos? Que elija no valorar por más
tiempo esas cosas que no tienen ningún valor, y que elija perdonar.
Que hoy
dedique cinco minutos por la mañana, y cinco minutos por la noche, a abrir mi
mente y despejarla de todos los pensamientos engañosos (L.rIV.In.5:2). Que aparte a un lado todos
los valores menores, y que recuerde que mi mente alberga los mismos pensamientos que Dios. Que valore
este pensamiento por encima de todo. Que me alegre de que mi mente y la Mente
de Dios están de acuerdo, y que me dé cuenta de esta unión de mi mente con la
de Dios, este compartir Sus pensamientos, esto es todo lo que es verdaderamente
valioso.
Gracias!!!
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