LECCIÓN 84
Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
1. (67) El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.
2He sido creado a semejanza de mi Creador. 3No puedo sufrir, no puedo experimentar pérdidas y no puedo morir. 4No soy un cuerpo. 5Hoy quiero reconocer mi realidad. 6No adoraré ídolos ni exaltaré el concepto que he forjado de mí mismo para reemplazar a mi Ser. 7He sido creado a semejanza de mi Creador. 8El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo.
2. Las siguientes variaciones te pueden resultar útiles para las aplicaciones concretas de la idea:
2No me dejes ver en esto una ilusión de mí mismo.
3Mientras contemplo esto, quiero recordar a mi Creador.
4Mi Creador no creó esto como yo lo estoy viendo.
3. (68) El amor no abriga resentimientos.
2Los resentimientos son algo completamente ajeno al amor. 3Los resentimientos atacan al amor y oscurecen su luz. 4Si abrigo resentimientos estoy atacando al amor y, por ende, atacando mi Ser. 5De este modo, mi Ser se vuelve un extraño para mí.6Estoy decidido a no atacar a mi Ser hoy, de manera que pueda recordar Quién soy.
4. Estas variaciones de la idea te resultarán útiles para las aplicaciones concretas:
2Esto no justifica el que niegue mi Ser.
3No me valdré de esto para atacar al amor.
4No dejaré que esto me tiente a atacarme a mí mismo.
"COMENTARIOS A LAS LECCIONES" de Robert Perry y Ally Watson
Si fui creado a semejanza de
mi Creador, entonces “no puedo sufrir, no puedo experimentar pérdidas y no
puedo morir. No soy un cuerpo” (1:3-4). Eso tiene sentido. Dios no puede
sufrir, ni experimentar pérdida ni morir, y Él no es un cuerpo. Él me creó a
semejanza de Sí Mismo (1:8); por lo tanto, esto debe ser verdad acerca de mí.
Mi realidad es completamente diferente a lo que yo creo acerca de mí mismo,
pues sin duda yo he creído que puedo sufrir o experimentar pérdida o morir, y
me he identificado casi por completo con mi cuerpo.
¿Qué es lo que ocasiona y
refuerza esta ilusión de mí mismo? Los resentimientos. “El amor no abriga
resentimientos” (3:1). Yo soy amor, a semejanza del Amor que me creó; pero cuando
elijo guardar un resentimiento, estoy negando mi propia realidad, estoy
afirmando que yo no soy amor, porque “los resentimientos son algo completamente
ajeno al amor” (3:2). Al hacer eso, estoy afirmando que yo soy lo que creo que
he hecho de mí mismo, y sin ser consciente de ello estoy eligiendo sufrir,
perder y morir. El único modo en que puedo volver a descubrir mi propia
realidad es dejar de abrigar resentimientos. Un resentimiento es un ataque a mi
Ser (3:6; 4:4). Afirma que soy algo que no soy.
Si veo lo desagradable, lo
no amoroso, o maldad en mis hermanos, me estoy atacando a mí mismo. Si niego lo
que son, estoy negando lo que yo soy. Hoy elijo ver a todo el mundo como quiero
verme a mí mismo, y como quiero que Dios me vea. Tengo el poder de tomar esta
decisión. Veo lo que deseo ver, y hoy deseo ver mi Ser, en mí mismo y en todo
el mundo.
El resentimiento oculta al amor y el amor desvanece los resentimientos.
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