LECCIÓN 334
Hoy reclamo los regalos que el perdón otorga.
1. No esperaré ni un solo día más para encontrar los tesoros que mi Padre me ofrece. 2Todas las ilusiones son vanas, y los sueños desaparecen incluso a medida que se van tejiendo con pensamientos basados en percepciones falsas. 3No dejes que hoy vuelva a aceptar regalos tan míseros. 4La Voz de Dios les ofrece Su paz a todos los que escuchan y eligen seguirlo. 5Esto es lo que elijo hoy. 6Y así, voy en busca de los tesoros que Dios me ha dado.
2. Busco sólo lo eterno. 2Pues Tu Hijo no podría sentirse satisfecho con menos de eso. 3¿Qué otra cosa, entonces, podría brindarle solaz, sino lo que Tú le ofreces a su desconcertada mente y a su atemorizado corazón, a fin de proporcionarle certeza y traerle paz? 4Hoy quiero contemplar a mi hermano sin mancha alguna de pecado en él. 5Eso es lo que Tu Voluntad dispone que yo haga, pues así es como podré contemplar mi propia impecabilidad.
Comentario
“Busco sólo lo eterno” (2:1). Esta lección trata acerca
de no perder más tiempo persiguiendo los supuestos regalos del ego. “No esperaré ni un solo día más para encontrar los
tesoros que mi Padre me ofrece” (1:1). El mayor uso que estamos haciendo de
nuestra libertad de decisión es retrasar nuestra aceptación de nuestra herencia
divina. Nos estamos aferrando como locos a nuestra ilusión de independencia, y
negándonos a nosotros mismos la única cosa que puede satisfacernos (2:2), como
una persona sin hogar se aferraría tontamente a sus harapos cuando se le está
ofreciendo ropa completamente nueva.
Que
hoy recuerde que nada del mundo tiene un valor duradero. “Todas las ilusiones
son vanas, y los sueños desaparecen incluso a medida que se van tejiendo con
pensamientos basados en percepciones falsas” (1:2). Esto me recuerda al
versículo del Eclesiastés que dice que toda nuestra búsqueda es como intentar
atrapar al viento. Las ilusiones del ego son fugaces, nunca pueden satisfacer
al Hijo de Dios. Únicamente lo que es eterno puede satisfacerme. Un héroe mío
cristiano, Jim Elliot, dijo una vez: “No está loco quien da lo que no puede
guardar para ganar lo que no puede perder”.
Que
recuerde que lo que verdaderamente quiero es Dios y Su paz. Espíritu Santo,
cuando piense que quiero otra cosa, ayúdame a cambiar ese deseo en lo que
verdaderamente es, un símbolo de mi anhelo del Padre y de mi Hogar. La Voz de
Dios me está ofreciendo paz, que ése sea mi único propósito, y que todo lo
demás se quede atrás.
“Los
regalos que el perdón ofrece” (título de la lección). ¿Qué tiene que ver todo
esto con el perdón? Simplemente esto: Cada propósito diferente a la paz ocasiona
falta de perdón, compito con alguien o algo por esa otra cosa, sea lo que sea.
La paz llega a través del perdón. Si la paz es mi único propósito, no juzgaré a
mis hermanos porque una mente que juzga no está en paz. Sólo una mente libre de
propósitos de menor importancia, libre del deseo de cosas pasajeras, puede ver
la inocencia en sus hermanos.
Cada
encuentro hoy me ofrece una oportunidad del Cielo. No tiene por qué haber
ninguna crisis. Todo el mundo es mi escuela de aprendizaje, y cada instante es
un momento para elegir. Que hoy elija paz.
Muy bueno! gracias!
ResponderEliminarMuy bueno! gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias. BENDICIONES
ResponderEliminarGracias por compartir. Bendiciones.
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