LECCIÓN 321
Padre, mi libertad reside únicamente en Ti.
1. No entendía lo que me podía hacer libre, ni lo que era mi libertad o adónde ir a buscarla. 2Y así, Padre, busqué en vano hasta que oí Tu Voz dirigiéndome. 3Ahora ya no deseo seguir siendo mi propio guía. 4Pues la manera de encontrar mi libertad no es algo que yo haya ideado o que comprenda. 5Pero confió en Ti. 6Y me mantendré consciente de Ti que me dotaste con mi libertad por ser Tu santo Hijo. 7Tu Voz me dirige, y veo que el camino que conduce hasta Ti por fin está libre y despejado. 8Padre, mi libertad reside únicamente en Ti. 9Padre, mi voluntad es regresar.
2. Hoy respondemos por el mundo, el cual será liberado junto con nosotros. 2¡Qué alegría encontrar nuestra libertad por el inequívoco camino que nuestro Padre ha señalado! 3¡Y cuán segura es la salvación de todo el mundo cuando nos damos cuenta de que sólo en Dios podemos encontrar nuestra libertad!
"COMENTARIOS A LAS LECCIONES" de Robert Perry y Ally Watson
Comentario
Esta
lección, como muchas en esta última parte del Libro de Ejercicios, está escrita
desde la perspectiva de una persona que está entrando en las últimas etapas del
viaje al hogar. Ésta es la canción de alguien cuyas dudas han terminado, cuya
decisión a favor del Reino de Dios es firme y clara. En palabras del
“Desarrollo de la Confianza” del Manual para el Maestro:
El maestro de Dios ha llegado a un punto en su progreso desde el que puede ver que en dicho aprendizaje radica su
escape. "Renuncia a lo que no quieres y quédate con lo que sí
quieres." (M.4(A).6:5-6)
Éstas
son las palabras de alguien que se ha dado cuenta de que la paz de Dios es todo
lo que quiere.
“No entendía lo que me podía
hacer libre, ni lo que era mi libertad o adónde ir a buscarla” (1:1). Nuestra
libertad está únicamente en Dios. Al principio creíamos lo contrario. Ser libre
parece ser independiente. ¿Cómo puede encontrarse la libertad en aceptar la
Voluntad de Dios? ¿No es eso esclavitud? Únicamente cuando nos damos cuenta de
que nuestra voluntad es la Voluntad de Dios, que nuestra voluntad y la Suya son
una y la misma, podemos darnos cuenta de que hacer la Voluntad de Dios es la
libertad perfecta porque es lo que verdaderamente queremos, y para lo que
fuimos creados. “Padre, mi voluntad es regresar” (1:9).
No sabiendo lo que es la
libertad, la hemos buscado donde no se puede encontrar: usando nuestra voluntad
independiente en este mundo. Hasta que oímos la Voz de Dios guiándonos y
respondemos, no podemos encontrar la libertad. “Ahora ya no deseo seguir siendo
mi propio guía” (1:3). Nuestra libertad está en aceptar un nuevo Guía. Está en
renunciar a ser nuestro propio maestro (T.12.V.8:3) y en aceptar otro Maestro.
Está en abandonar nuestras metas independientes y aceptar la única meta que
todos juntos compartimos.
Libertad es la libertad de
ser todo lo que yo soy. Libertad es la libertad de expresar mi naturaleza sin
obstáculos. Mi naturaleza es amor, mi naturaleza es la santidad de Dios Mismo.
Mi única libertad está en ser lo que yo soy porque Dios me creó. Intentar ser
algo diferente es esclavizarme a mí mismo, estrechar mi alma a una forma que no
tiene. Libertad es enseñar y ser únicamente amor porque eso es lo que soy.
Que hoy abandone
gustosamente mis opiniones acerca de lo que soy, y que acepte lo que Dios me
dice que soy. Que abandone la falsa e ilusoria libertad que me he enseñado a
buscar, y que acepte la única libertad que es real, en alegre rendición a mi
propia naturaleza. A lo único que me rindo es a mi Ser. El único sacrificio
posible es el de las ilusiones. Cuando llegue al momento de estar dispuesto a
oír sólo la Voz que habla por Dios, podré decir:
El camino que
conduce hasta Ti por fin está libre y despejado. (1:7)
Infinitas Gracias
ResponderEliminarMiguel Camero
Preciosa explicación, gracias!!!
ResponderEliminargracias...
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