LECCIÓN 313
Que venga a mí ahora una nueva percepción.
1. Padre, hay una visión que ve todas las cosas sin mancha alguna de pecado, lo cual indica que el miedo ha desaparecido, y que en su lugar se ha invitado al amor. 2y éste vendrá dondequiera que se le invite. 3Esta visión es Tu regalo. 4Los ojos de Cristo contemplan un mundo perdonado. 5Ante Su vista todos los pecados del mundo quedan perdonados, pues Él no ve pecado alguno en nada de lo que contempla. 6Permite que Su verdadera percepción venga a mí ahora, para poder despertarme del sueño de pecado y ver mi impecabilidad en mi interior, la cual Tú has conservado completamente inmaculada en el altar a Tu santo Hijo, el Ser con Quien quiero identificarme.
2. Contemplémonos hoy los unos a los otros con los ojos de Cristo. 2¡Qué bellos somos! 3¡Cuán santos y amorosos! 4Hermano, ven y únete a mí hoy. 5Salvamos al mundo cuando nos unimos. 6Pues en nuestra visión el mundo se vuelve tan santo como la luz que mora en nosotros.
"COMENTARIOS A LAS LECCIONES" de Robert Perry y Ally Watson
Comentario
Comentario
La visión de Cristo “ve
todas las cosas sin mancha alguna de pecado” (1:1). Ésta es una nueva
percepción que viene a mí. Yo no voy
detrás de ella, la recibo. Me abro a ella y se me da: “Ésta visión es Tu regalo”
(1:3). Para ver todas las cosas sin mancha de pecado no tengo que esforzarme,
es un regalo que Dios me da. Cuando vea pecado, lo que puedo aprender a hacer
es pedir una percepción diferente: “Que
venga a mí ahora una nueva percepción”. Puedo querer esta nueva
percepción, y quererla es todo lo que se necesita. El resto se te da: “El amor vendrá dondequiera que se le
invite” (1:2).
Cristo -que es mi verdadero
ser, eterno y que no cambia- “no
ve pecado alguno en nada de lo que contempla” (1:5). Ésta no es una visión que
mi Ser tenga que conseguir, ya es mía, en Cristo. Todo lo que tengo que hacer
es permitir que esa nueva percepción venga a mí. Cuando lo hago, cuando
contemplo al mundo y lo veo perdonado, me
despertaré del sueño de pecado y veré mi impecabilidad en mi interior”
(1:6). Resumido, éste es el mensaje del Curso: ver tu propia inocencia al ver
la inocencia del mundo. Encontrar el perdón al perdonar a otros.
Tal como la visión siempre
ha sido parte de mi Ser el Cristo, así también la inocencia ha sido guardada a
salvo por Dios, “completamente inmaculada en el altar a Tu santo Hijo, el Ser
con Quien quiero identificarme” (1:6). Eso es todo lo que estamos haciendo:
identificarnos con el Cristo, con algo que ya soy. “La iluminación es simplemente
un reconocimiento, no un cambio” (L.188.1:4). No hay que alcanzar nada, ni ir a
ningún sitio, ya estamos en Él, y todo lo que se necesita es el reconocimiento
de que ya es así, la identificación con lo que siempre ha existido. Dejamos que
venga a nosotros una nueva percepción, eso es todo.
Así que,
hermanos:
Contemplémonos hoy los unos a los otros con los ojos de Cristo. ¡Qué
bellos somos! (2:1-2)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarComo se logra está bella percepción para alejar la depresión?
ResponderEliminarSolo Practica zUCDM
ResponderEliminarGracias gracias gracias
ResponderEliminarQue maravilla por favor...
ResponderEliminarMuy alentador Comentario. Infinitas Gracias y Bendiciones!
ResponderEliminarQue hermoso y esclarecedor comentario. Me conmueve. Te lo agradezco infinitamente.
ResponderEliminar