LECCIÓN 222
Dios está conmigo. Vivo y me muevo en Él.
1. Dios está conmigo. 2Él es mi Fuente de vida, la vida interior, el aire que respiro, el alimento que me sustenta y el agua que me renueva y me purifica. 3Él es mi hogar, en el que vivo y me muevo; el Espíritu que dirige todos mis actos, me ofrece Sus Pensamientos y garantiza mi perfecta inmunidad contra todo dolor. 4Él me prodiga bondad y cuidado, y contempla con amor al Hijo sobre el que resplandece, el cual a su vez resplandece sobre Él. 5¡Qué serenidad la de aquel que conoce la verdad de lo que Él dice hoy!
2. Padre, no tenemos en nuestros labios ni en nuestras mentes otras palabras que Tu Nombre, cuando acudimos silenciosamente ante Tu Presencia, pidiendo que se nos conceda poder descansar Contigo por un rato en paz.
Comentario
De
nuevo se nos lleva a la Presencia de Dios, sin palabras, en silencio y quietud.
Somos conscientes únicamente de Dios, con Su Nombre en nuestros labios.
¿Qué
significa “vivo y me muevo en Dios”? Éste es el mensaje que el Apóstol Pablo
llevó a los Atenienses, hablando del “dios desconocido”, y diciendo: “en Él
vivimos, y nos movemos y tenemos nuestro ser” (Hechos de los A. 17:16-28). La
lección habla de la Presencia de Dios en todos y en todo, que Dios está en
todas partes y “en todo momento”. En hermosas imágenes, la lección saca
nuestros pensamientos a la Presencia que todo lo llena, que nunca está separada
de nosotros, “más cerca que mi propia respiración, y más cerca que mis manos y
pies”, como escribió Tennyson.
Esto
son imágenes y no literal (en mi opinión). Si el mundo es una ilusión, como
dice a menudo el Curso, Dios no es literalmente
“el agua que me renueva y me purifica” (1:2). Esto está hablando de nuestra
realidad espiritual, donde realmente
estamos. Dios es la realidad de todas las cosas que buscamos en el mundo para
alimento y sustento, Dios es la verdadera Fuente de nuestra vida. Pensamos que
vivimos en el mundo, pero vivimos en Dios. Pensamos que nuestro cuerpo contiene
nuestra vida, pero Él es nuestra vida. Pensamos que respiramos aire, pero Le
respiramos a Él. Dios es nuestro verdadero alimento y nuestra verdadera bebida,
nuestro verdadero Hogar. No vivimos ni nos movemos en el mundo, vivimos y nos
movemos en Dios.
Leer
esta lección en voz alta es un ejercicio excelente. O convertir la primera
parte en una oración: “Tú eres mi Fuente de vida... Tú eres mi hogar”. Usa
estas palabras al comienzo de tu periodo de práctica para poner tu mente en un
estado de consciencia de estar lleno de Dios y dentro de Él, protegido por su
amoroso cuidado. Luego, aquiétate, y entra dentro de esa Presencia, para
descansar con Él en paz durante un rato.
buen día gracias,Dios esta conmigo vivo en el .es mi hogar y cuento con el y el espíritu santo ....
ResponderEliminar