Instrucciones para la práctica
Comentario
Justo
ahora, en este mismo instante, y en cada instante de este día, tengo la
posibilidad de aquietarme, de acallar mi mente, y de ir al hogar en el Cielo. El
Cielo está aquí. El Cielo es ahora. No hay otro momento ni otro lugar.
Este
mundo de agitación no es mi hogar, mi hogar está en la paz. Este mundo de
sufrimiento no es mi hogar, mi hogar está en la felicidad. Este mundo de odio
no es mi hogar, mi hogar está en el amor. Este cuerpo no es mi hogar, mi hogar
está en Dios.
La Voz
de Dios me llama constantemente para que vaya a mi hogar, y puedo hacerlo en
cualquier momento en que elija hacerlo. ¡Qué agradecido me siento hoy por esta
llamada interior! ¡Qué agradecido me siento de que, no importa a donde vaya, no
importa lo que haga, esta Voz siempre está conmigo, llamándome al hogar!
Cuando
oigo esta Voz, ¿por qué voy a elegir quedarme un instante más donde no estoy en
mi hogar? Todas las razones que se me pudieran ocurrir, desaparecen en la nada,
cuando me doy cuenta de la dulce y tierna llamada de Su Voz. Quiero recordarla
ahora, y en cada momento de este día. “Permaneceré
muy quedo por un instante e iré a mi hogar”.
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